La disciplina es una herramienta poderosa para cualquier persona. Esto te permite avanzar con seguridad y en muchos momentos acelerar lo suficiente para lograr lo que te propones en menos tiempo.
Por supuesto que muchas veces hay que hacer un gran esfuerzo para mantener la disciplina. Ser disciplinado un día es sencillo, mantener la disciplina todos los días en el año es el verdadero desafío.
Pero pocas personas prestan atención a lo que se gana siendo disciplinado. Muchos improvisan, actúan de manera desordenada, un día hacen una cosa de cierta forma y al siguiente día todo se cambia por completo.
Todo esto te lleva a perder mucho tiempo, perder bastantes oportunidades y a mantenerte en un ritmo de vida donde todo es para ayer.
Pocas personas notan el alto costo que tiene ser indisciplinado.
Al final del día prefiero haber pasado por todas las molestias que puede traer el ser disciplinado que vivir con el arrepentimiento de todo lo perdido por ser indisciplinado.
¿Qué es lo que tú prefieres hacer?