Un punto sin retorno

Existe un momento donde lo único es avanzar, llegas a un punto donde te das cuenta que es imposible hacer un trabajo a medias o realizar algo de menor calidad a lo acostumbrado y te vuelves exigente contigo mismo.

Es un punto donde no retornas al ayer, no vuelves a tener hábitos negativos, no pierdes tiempo y te conviertes en una persona más efectiva en sus acciones.

Te das cuenta que es mejor vivir y trabajar así.

Piensas en mejorar cada día, todo lo que has hecho es solo un producto intermedio, mejorando con la experiencia, errores y aciertos, para crear algo mejor a lo anterior. 

Otros dirán que eres muy detallista, o que eres temático, o que por gusto te esfuerzas tanto.

Pero si has elegido este camino, cuando escuchas eso es una señal que vas en la dirección correcta.