En ciertos momentos lo que no dices es tan importante como lo que dices. Muchas veces hablamos de más, y las cosas que decimos nos comprometen, o pueden afectar a otra persona, y lo mejor hubiera sido quedarnos callados, pero hablamos de más. Es mejor callar.
En otro momento es mejor quedarse callado, tal vez la otra parte va a decir lo que estás pensamos, y es mejor que lo diga la otra parte antes que lo digas tú. Cierra la boca.
A veces algunas palabras que decimos de más puede causar confusión o saturar a quien escucha, es mejor decir lo necesario y no decir nada más. Haz silencio y espera.
Por supuesto que todo esto son solo lineamientos, no son reglas inmutables que hay que seguir al pie de la letra. Solo en ciertos momentos es mejor quedarse callado y no decir nada más.