Cuando estás trabajando con un cliente y la atención de tu propuesta se centra solo en el precio lo que estás haciendo es vendiendo una fotografía. Lo mismo sucede cuando el cliente objeta por el precio de tu propuesta, el cliente está poniendo su atención en una fotografía.
Tu deber es mostrar al cliente toda la película de lo bueno que va a ser trabajar contigo y con tu empresa, esa es una película de los siguientes 2 años, o 5, 10, 15, 30 años. En esa película el cliente puede conocer todo el valor que tiene tu propuesta, los beneficios y la gran ventaja de trabajar contigo.
En una fotografía nunca lo va a poder apreciar. El precio es una simple fotografía.
Recuerda siempre eso y aprende a vender la película agradable que es trabajar contigo.