Hubo un momento en tu vida en que podías hacer todo lo que te proponías, no importaba lo que otros digan, no importaba lo que los «expertos» opinaban, no importaba lo que otros hacían.
Solo importaba tu entusiasmo y la diversión que vivías en ese momento.
Fue hace mucho tiempo, un tiempo donde la vergüenza no era algo que conocías, ni el «qué dirán», ni lo que pasará mañana.
Fue un tiempo en el que eras libre de esas cadenas.
Ahora has aprendido a tener vergüenza y revivir los errores que alguna vez experimentaste.
¿Realmente prestas mucha atención a eso?
¿Te ayuda de alguna forma? O quieres realmente hacer lo que te propones.
Deja a un lado el ego, los comentarios de otras personas y las opiniones de los «expertos que nunca han hecho algo» y piensa en el resultado que quieres. Si es algo bueno y positivo para todos merece que le des una nueva oportunidad.
¿O crees que seguir viviendo del ayer va a construir el futuro que quieres?
Ese futuro se construye hoy. Y lo mejor es que está enteramente en tus manos.
Aprovecha al máximo este día que tienes.