En muchos casos cuando presentas tu oferta la otra parte está condicionada a que le vas a vender algo.
Para eliminar esa sensación por un momento y poder avanzar con facilidad es aconsejable que busques un acuerdo, de esta forma tu interés es conocer si el precio, o las características, o la forma de pago, o las opciones, o cualquier otra cosa de tu propuesta está dentro de lo que tu cliente espera, o mejor aún, si tu propuesta supera las expectativas de tu cliente dentro de un rango de precio que es conveniente.
Al llegar a este acuerdo puedes avanzar con más seguridad puesto que no estás «vendiendo». Esto es muy apropiado en toda relación comercial.