Para impulsar todo tu esfuerzo y compromiso en tu idea debes tener una meta ambiciosa.
Si tu meta es ofrecer un producto o servicio que sea 10% mejor de lo que ya existe, piénsalo mejor.
Si tu meta es ofrecer un 30% más de lo que ya existe, regresa a tu mesa de trabajo a idear algo mejor.
Tu meta debe ser ofrecer algo realmente extraordinario, superar un 200% o 300% o 500% de lo que ya existe.
Si tienes una meta así de ambiciosa vas a darte cuenta cómo todo lo que tienes en mente comienza a hacerse real y consigues cada una de las cosas que necesitas para trabajar en tu idea.
Recuerda: meta ambiciosa.